TOLSTÓI, LEV NIKOLÁIEVICH
Tolstói combatió en la guerra de Crimea. En la Pequeña Rusia, que es como entonces se llamaba a la actual Ucrania, las tropas rusas libraron frente a la alianza turco-anglo-francesa una brutal guerra de desgaste que sería anuncio de la guerra de trincheras del 14. El conde Lev Nikoláievich Tolstói, por entonces un joven de veintiséis años vástago de una conocida familia de la antigua nobleza rusa, llegó a Sebastopol en noviembre de 1854 como oficial de artillería. Cuando el alférez Tolstói se incorporó a filas, Sebastopol era una ciudad sitiada desde hacía dos meses. El sitio se prolongaría durante un penoso, larguísimo año, y fue uno de los episodios decisivos de una guerra que acabó inclinándose a favor de los ejércitos aliados contra Rusia.
La experiencia en los campos de batalla afectó hondamente al joven oficial y resultó decisiva tanto para afirmar su vocación de escritor, como para aquilatar su pensamiento político: Tolstói llegó a Crimea imbuido de espíritu patriótico, perceptible todavía en su primer relato de Sebastopol, y salió de ella convertido en, valga la expresión, un pacifista beligerante; llegó a Crimea como un prometedor oficial del ejército ruso y salió de ella habiendo decidido que su destino eran las letras.