BARRERO FAJARDO, MARIO
El viaje que Mario Barrero Fajardo propone a lo largo de estas páginas consta de dos etapas: en la primera se muestran los orígenes del fastidio que tanto Maqroll el Gaviero como Mutis pusieron de manifiesto respecto a los espacios por los que transitaron, cumpliendo siempre su función de ojos avizores atentos a sus variopintos interlocutores. En la segunda se explora una de las líneas de fuga espacio-temporales que Mutis propone en su obra para hacer frente al tedio y al desasosiego que le generan la sociedad moderna: la creación de una ficcional tierra caliente, un imaginario que, aunque signado por una elevada carga autobiográfica, Mutis concibió no como un telón de fondo, sino como un paisaje total que resignificó por completo la visión de mundo y las relaciones de quienes moraron de manera permanente o parcial en sus feudos. Previo a la incursión en los dominios de la tierra caliente, Barrero establece el balance de las correrías del Gaviero por las tierras bajas y las tierras altas, susceptibles de ser asociadas con el Caribe y el norte de la América meridional, en la medida en que, a partir de su contraste con este, adquiere mayor relevancia el significado de la tierra caliente mutisiana.