CANO GAVIRIA, RICARDO
Dos cuarentones colombianos se encuentran en una calle de París una mañana de julio de 1988 después de 20 años sin verse, y de inmediato se lanzan en una frenética conversación que los lleva a varios lugares de la ciudad. De hecho, mientras hablan y hablan, entre trago y trago de cerveza y asediados por el vértigo urbano, reviven varias provincias del pasado: los años previos al 68 y el 68 mismo, en Colombia y París, entreverados de amores y desengaños, con breves pero incitantes incursiones en la infancia erótica y sentimental del protagonista
Sobre el telón de fondo de los movimientos revolucionarios de los años 60, en especial la variante colombiana del freudo-sartro-marxismo, se despliega una visión de lo fugitivo de las cosas, del desdoblamiento de la vida en muerte, del paso de las generaciones y de la forma como el mundo, con la edad, se convierte en un lugar de expiación, en el que la promesa de un infierno entendido como lugar de festivo reencuentro se perfila como la única salida. Con reminiscencias de Kafka y Malcom Lowry en lo que atañe al simbolismo del relato, y de Vargas Llosa en lo que respecta a la perspectiva dialógica sobre los personajes, La puerta del infierno supone un reencuentro con la poesía por encima de la historia, en la que el mítico París, con su bullente barrio Pigalle, ejerce, al son de las canciones de Edith Piaf, el hechizo de simbólica y jubilosa puerta del infierno.