BOECIO
Hay libros en la historia de la humanidad que conquistaron el fervor universal por su valor intrínseco, unos, y otros porque, además, se vieron favorecidos por la fortuna. Por ejemplo, el libro de Boecio La consolación de la filosofía, que aparte de sus méritos propios, las azarosas circunstancias que siguieron a la caída del Imperio romano de occidente respetaron como fuente casi única donde pudiera saciarse la sed de sabiduría clásica de los primeros filósofos medievales. En este sentido y atendiendo a estas circunstancias, el libro de Boecio ha tenido un inmenso valor educativo; compuesto en la prisión de Ticinium mientras esperaba la muerte su autor, herido cruelmente por una fortuna que antes le había colmado de dones, desfila por sus páginas una gran masa de imágenes y pensamientos del mundo grecolatino, seleccionados con un criterio espiritualista que rimaba perfectamente con los nuevos ideales.