CALDWELL, ERSKINE
En el texto autobiográfico que sirve de prólogo a esta antología de cuentos, Erskine Caldwell escribe "no tengo verdades filosóficas que impartir, ni me mueve ningún impulso evangélico para cambiar el destino humano. Lo único que he querido hacer es describir lo mejor que he sabido las aspiraciones y la desesperación de la gente sobre la que escribo".