CALDWELL, ERSKINE
Original, rico, desconcertante, sin categoría, sin igual..." Mary Hood. A medio camino entre la novela y la prosa poética, tan pronto tierna como sobrecogedora, "El sacrilegio de Alan Kent" es el retrato de un vagabundo -alguien cuyas raíces son la tierra misma- y una crónica de la dura existencia en el profundo Sur durante los años de la Gran Depresión. Prostitutas y granjeros, negros extenuados y blancos pobres, los supervivientes en fin, de la lucha por la vida, pueblan estas páginas escritas con desenfrenado lirismo e intensa compasión por el destino del ser humano. En esta ocasión, Caldwell depura el lenguaje hasta el extremo para ofrecernos una visión desesperanzada de la búsqueda de la felicidad, logrando una obra maestra que sí comparte muchos de los rasgos de anteriores novelas suyas como "El camino del tabaco" o "La parcela de Dios", pero también explora modelos expresivos inéditos, nuevas formas de narrar.