RODAS, SANTIAGO
Leer este libro es como irse una mañana a la terminal de transportes y subirse simultáneamente en todas las flotas. Y después bajarse en todos los pueblos y tomar todas las chalupas que bajan por todos los ríos hasta
todos los últimos principios. Y una vez sentado en todas las tiendas de todas las Colombias, cansado, recordar una noche de amigos felices, y reírse solo.
Así que están advertidos: después de leer este libro les va a costar mucho trabajo volver a la poesía de apartamento en que las plantas del balcón le piden agua a un estudiante de literatura. Esto es poesía de
aventura y Rodas salió sin maleta, y el alma se la dejó al diablo.
Matías Godoy