VALLEJO, IRENE
Prólogo 15
I. GRECIA IMAGINA EL FUTURO 23
La ciudad de los placeres y los libros 25
Alejandro: el mundo nunca es suficiente 29
El amigo macedonio 34
Equilibrio al filo del abismo: la Biblioteca y el Museo
de Alejandría 40
Una historia de fuego y pasadizos 64
La piel de los libros 76
Una tarea detectivesca 87
Homero como enigma y como ocaso 89
El mundo perdido de la oralidad: un tapiz de ecos 93
La revolución apacible del alfabeto 112
Voces que salen de la niebla, tiempos indecisos 121
Aprender a leer sombras 130
El éxito de las palabras díscolas 135
El primer libro 136
Las librerías ambulantes 140
La religión de la cultura 145
Un hombre de memoria prodigiosa y un grupo
de chicas vanguardistas 148
Tejedoras de historias 163
Es el otro quien me cuenta mi historia 177
El drama de la risa y nuestra deuda con los vertederos 190
Una apasionada relación con las palabras 198
El veneno de los libros. Su fragilidad 213
Las tres destrucciones de la Biblioteca de Alejandría 219
Así empezamos a ser tan extraños 245
II. LOS CAMINOS DE ROMA 251
Una ciudad con mala reputación 253
La literatura de la derrota 259
El umbral invisible de la esclavitud 270
En el principio fueron los árboles 276
Escritores pobres, lectores ricos 278
Una joven familia 290
Librero: oficio de riesgo 299
Infancia y éxito de los libros de páginas 315
Bibliotecas públicas en los palacios del agua 329
Dos hispanos: el primer fan y el escritor maduro 338
Herculano: la destrucción que preserva 342
Ovidio choca contra la censura 347
La dulce inercia 350
Viaje al interior de los libros y cómo nombrarlos 353
¿Qué es un clásico? 360
Canon: historia de un junco 369
Añicos de voces femeninas 380
Lo que se creía eterno resultó efímero 385
Atrévete a recordar 394
Epílogo. Los olvidados, las anónimas 399
Agradecimientos 403
Nota para la tribu del junco 405
Notas 408
Bibliografía 435
Índice onomástico 444
Premio el Ojo Crítico de Narrativa 2019
De humo, de piedra, de arcilla, de seda, de piel, de árboles, de plástico y de luz...
Un recorrido por la vida del libro y de quienes lo han salvaguardado durante casi treinta siglos.
«Muy bien escrito, con páginas realmente admirables; el amor a los libros y a la lectura son la atmósfera en la que transcurren las páginas de esta obra maestra. Tengo la seguridad absoluta de que se seguirá leyendo cuando sus lectores de ahora estén ya en la otra vida». MARIO VARGAS LLOSA
«Vallejo ha decidido sabiamente liberarse del estilo académico y ha optado por la voz del cuentista, la historia entendida no como ristra de documentos citados, sino como fábula. Así para el lector común y corriente (a quien reivindicaba Virginia Woolf) es más conmovedor y más inmediato este encantador ensayo, por ser simplemente un homenaje al libro de la parte de una lectora apasionada».
ALBERTO MANGUEL, Babelia, El País
«Es un deleite leer la prosa de Irene Vallejo, creadora, brillante, plena de sensibilidad».
LUIS LANDERO
«Esos libros que te desbravan, que te doman, que te imponen el ritmo de lectura, que te quitan los nervios, no suelen encontrarse, pese a ser tan necesarios, en las primeras líneas de las mesas de novedades. El último de los descubiertos por mí se titula El infinito en un junco y es de Irene Vallejo».
JUAN JOSÉ MILLÁS, El País
«Se puede ser un filólogo magistral y al mismo tiempo escribir como los ángeles. Irene Vallejo riza el rizo de la comunicación hasta convertir su diálogo con el lector en una fiesta literaria».
LUIS ALBERTO DE CUENCA, ABC
«Una admirable indagación sobre los orígenes del mayor instrumento de libertad que se ha dado el ser humano: el libro».
RAFAEL ARGULLOL
«Los libros de Irene Vallejo, claros e inteligentes, se leen muy bien e invitan a pensar. En la mejor línea humanista».
CARLOS GARCÍA GUAL
«Se puede ser un filólogo magistral y al mismo tiempo escribir como los ángeles. Irene Vallejo riza el rizo de la comunicación hasta convertir su diálogo con el lector en una fiesta literaria».
LUIS ALBERTO DE CUENCA, ABC
«Un viaje muy libre y muy sabio y muy digresivo por el mundo del libro desde la creación de la Biblioteca de Alejandría hasta la caída del Imperio romano; Irene Vallejo acaba de firmar un libro genial, universal, único».
JORDI CARRIÓN, The New York Times
«Un libro muy original: la historia de los libros, el alfabeto, las bibliotecas... contada con erudición y amenidad, sentido del humor y elegancia, haciendo paralelismos con el presente».
LAURA FREIXAS
«Un libro hermoso y bien concebido que aúna la sensibilidad y el criterio con la capacidad narrativa».
IGNACIO F. GARMENDIA, Málaga hoy
«Desde las sorprendentes primeras páginas, advertimos que no nos encontramos ante un libro convencional. Irene Vallejo ha dado el salto a Siruela con una auténtica explosión de talento».
RICARDO LLADOSA, Zenda
«Irene Vallejo acaba de firmar un libro genial, universal, único, que sin duda se convertirá en un clásico».
JUAN BOLEA, El Periódico de Aragón
Este es un libro sobre la historia de los libros. Un recorrido por la vida de ese fascinante artefacto que inventamos para que las palabras pudieran viajar en el espacio y en el tiempo. La historia de su fabricación, de todos los tipos que hemos ensayado a lo largo de casi treinta siglos: libros de humo, de piedra, de arcilla, de juncos, de seda, de piel, de árboles y, los últimos llegados, de plástico y luz.
Es, además, un libro de viajes. Una ruta con escalas en los campos de batalla de Alejandro y en la Villa de los Papiros bajo la erupción del Vesubio, en los palacios de Cleopatra y en el escenario del crimen de Hipatia, en las primeras librerías conocidas y en los talleres de copia manuscrita, en las hogueras donde ardieron códices prohibidos, en el gulag, en la biblioteca de Sarajevo y en el laberinto subterráneo de Oxford en el año 2000. Un hilo que une a los clásicos con el vertiginoso mundo contemporáneo, conectándolos con debates actuales: Aristófanes y los procesos judiciales contra humoristas, Safo y la voz literaria de las mujeres, Tito Livio y el fenómeno fan, Séneca y la posverdad;
Pero, sobre todo, esta es una fabulosa aventura colectiva protagonizada por miles de personas que, a lo largo del tiempo, han hecho posibles y han protegido los libros: narradoras orales, escribas, iluminadores, traductores, vendedores ambulantes, maestras, sabios, espías, rebeldes, monjas, esclavos, aventureras; Lectores en paisajes de montaña y junto al mar que ruge, en las capitales donde la energía se concentra y en los enclaves más apartados donde el saber se refugia en tiempos de caos. Gente común cuyos nombres en muchos casos no registra la historia, esos salvadores de libros que son los auténticos protagonistas de este ensayo.