OJEDA MORENO, LEÓN FIDEL
La poesía es un destino, decía Alejandra Pizarnik. Leer al poeta, en este caso, es atravesar su alma sin resguardos, sin atajos. En este poemario León Fidel Ojeda Moreno escala el viento buscando lo inasible del lenguaje. La palabra se desliza de la naturaleza al deseo, el yo poético elige la traslación como en un vaivén de olas y con inusitada fuerza aparece la mujer poética (un ella demarcante) para poder desplegar sin tapujos la pasión que anida en el cuerpo. Cuerpo que será mar, palma, pájaro, manglar, lluvia. Fecundas estelas que mueran en la frontera de mi ombligo..., dice el poeta y en una sencillez aparencial nos develará en versos cortos la profundidad del juego escriturario, logrando en el placer estético sumergirnos en los resquicios profundos del deseo y del amor.