ZULUAGA, MARIELA
Después de vivir un romance con una mujer blanca que se lo había llevado a Villavicencio, Jembudá, un joven de la etnia nukak, regresa el campamento de desplazados ubicado en San José del Guaviare, donde se refugiaba con su familia a causa de los darditos calientes disparados por los grupos armados que invadieron la selva amazónica en las últimas décadas.
Al encontrar el campamento quemado Jembudá se desconcierta y creyendo que su familia huía de nuevo, pero esta vez de regreso al territorio ancestral, se interna en la selva tratando de encontrar las sendas refundidas en su memoria de infancia. Sin más elementos que un imaginario desnaturalizado por su larga permanencia en la ciudad y algunos objetos de la cultura de blanco que guardaba en el bolsillo, durante varios meses camina y pide con desesperación ayuda a sus espíritus tutelares, para encontrar a sus pariente, única manera de recomponer su condición de nómada verde.