COMPAGNON, ANTOINE
Considerado por muchos el profeta de la modernidad, la actitud de Baudelaire hacia el dogma del progreso, simbolizado por la prensa, la fotografía, la gran ciudad y tantos otros fenómenos sociales y culturales, fue ambigua. Las manifestaciones de lo novísimo repelieron y cautivaron al poeta a partes iguales. Renegó de las creaciones y las dinámicas de la modernidad por sus consecuencias sociales, psicológicas, morales, artísticas e incluso metafísicas, pero volvió a ellas sin cesar; los periódicos de gran tirada le repugnaban, pero asedió a los «canallas» de los directores para que lo publicasen; arremetió contra la fotografía, y sin embargo es el protagonista de algunos de lo mejores retratos de escritor que conocemos. Esta eterna ambivalencia constituye el telón de fondo de El esplín de París, suma de las contradicciones del último Baudelaire, auténtico objetor de conciencia moderno, tan insospechado como irreductible, que Compagnon, con su característica perspicacia y finura, nos invita a descubrir.
«Del libro de Antoine Compagnon se infiere que muchos grandes modernos brotan del odio a la modernidad, o de un desprecio que se torna análisis. Acierto sorprendente».
Luis Antonio de Villena, El Cultural
«Uno de los intelectuales que más han estudiado la evolución del libro y de la lectura».
Miguel Ángel Villena, El País
«El Baudelaire biográfico y literario va apareciendo en las páginas de este libro con una enorme minuciosidad. Antoine Compagnon ofrece un gran estudio sobre el poeta que muestra su modernidad y subraya también sus contradicciones».
Toni Montesinos, La Razón
«Antoine Compagnon ha logrado un estudio excelente para adentrarse en las contradicciones de un poeta que sembró de claroscuros su obra literaria».
Darío Luque, Anika entre libros
«Baudelaire, el irreductible supone un enfoque hacia el ideario social y cultural del poeta, quien construyó la base de las futuras vanguardias estéticas. Un volumen que detalla la personalidad, difícil, ambigua y contradictoria de un escritor que nos sigue entusiasmando».
Gonzalo Gragera, Diario de Sevilla