Sobre el concepto de historia» es uno de los textos filosóficos y políticos más importantes del siglo XX y también uno de los más incomprendidos. Walter Benjamin escribió estas tesis a principios de 1940, poco antes de que decidiera suicidarse para no caer en manos de la Gestapo. Las tesis constituyen un «aviso de incendio», una alarma de los peligros de la ideología del progreso, una premonición de las catástrofes que se avecinaban.
Michael Löwy sitúa este documento enigmático en la totalidad de la obra benjaminiana y estudia las disímiles fuentes de su original filosofía de la historia: el romanticismo alemán, el mesianismo judío y el marxismo. El autor analiza frase por frase cada una de las tesis y las ilustra con ejemplos tanto de la historia antigua judía como de la historia europea y latinoamericana contemporáneas, evidenciando así la universalidad y la actualidad del pensamiento de Benjamin. Esta lectura superadora de las clásicas interpretaciones logra conciliar de modo coherente al teólogo y al marxista, las dos facetas del filósofo que siempre se han considerado contradictorias. ¿Cómo se relacionan la utopía del reino mesiánico y la de la revolución? ¿Cuál es el papel del pesimismo en las luchas emancipadoras?
Las tesis proponen un marxismo singular: el marxismo de la imprevisibilidad. La historia está abierta; el futuro no es el resultado inevitable ni de la evolución social ni del progreso económico, técnico o científico; el pasado puede reabrirse. Esta apertura tiene significado aun hoy, a más de setenta años de la muerte de Walter Benjamin.