PARRA SANDOVAL, RODRIGO
Desde una escritura corporal y femenina, se contruye un mundo múltiple, ensanchado en un tiempo que fun- de el pasado con el presente y con el futuro, y ubicado en un terreno inestable que se mueve entre el sueño y la vigilia, la luz y la oscuridad, lo real y lo imaginario. Una de las voces pertenece a una mujer que es monja y que, encerrada en una celda que no conoce la luz ni el ruido, empieza a escribir. con y en su cuerpo su pro- pia historia, su autobiografía apócrifa, que no tiene un comienzo ni un final, sino que se mueve como una espiral que se alarga y se desdobla sobre sí misma. A la vez, la otra voz que leemos le pertenece a una antropóloga que se ha encargado de recoger huesos de los muertos sin nombre, para escuchar la historia de esos cadáveres olvidados y devolverles la posibilidad de también tener una identidad, un nombre, un cuerpo propio. Ambas voces se encuentran con sus palabras y construyen un hilo flexible que las transporta entre el afuera en el que está una y el adentro en el que está la otra.