AA.VV
Veinticuatro historias, una por cada hora de una tenebrosa jornada que comienza a la luz de las velas, cierta medianoche de 1816, junto al lago Ginebra, con el primer cuento de vampiros de la literatura europea, `El vampiro´, de Polidori, y se cierra en Buenos Aires, hacia 1927, con `El vampiro´, de Horacio Quiroga. El protagonista de todos estos relatos es el mismo: el vampiro, uno de los motivos característicos de la literatura romántica.