CANDELA, NIXON
La novela, desde su mismo título, incita a la risa, pero también, al desafío. La historia no pretende ser políticamente correcta, sino solamente obedecer a la veracidad de su personaje principal, el paradójico Tragacuchas a quien se ama y odia por igual y termina dejando el interrogante de si se trata o no de un personaje extraído de la realidad.
Así, con humor fino, no exento de picardía, seguimos las andanzas del Tragacuchas, narradas con destreza por su autor quien se hace cómplice de sus aberraciones, sin emitir juicios morales, sino describiéndolas como aventuras gerontofílicas.