LILLO, BALDOMERO
Los relatos reunidos en Sub terra sumen al lector en una honda reflexión acerca de la naturaleza de la desdicha en la mente y en las relaciones humanas. Baldomero Lillo se ubica en el contexto minero del Chile de fines del siglo XIX y desde allí bien sea con el inflexible capataz, con el niño indefenso que es llevado a la mina por la fuerza o con la madre que pierde a su único hijo, traza una profunda crítica a un sistema económico que arrebata la dignidad de los individuos, que los deshumaniza y los convierte en meros instrumentos del dinero. La fuerza y lo descarnado del estilo del autor revelan su vigencia: aún hoy, más de un siglo después de ser publicados por primera vez, los cuentos podrían leerse, en líneas generales, como reflejo de la situación de cualquier pequeño trabajador o campesino latinoamericano.
Fuertemente influenciado por el naturalismo francés, una tendencia literaria en la que la ficción se construye para exponer la vida de los hombres y sus particulares relaciones con el exterior, Lillo escribe literatura que busca plasmar la realidad con una exactitud casi científica, en la que cada palabra encaja a la perfección con el objeto que se propone describir. A pesar del poco reconocimiento que Lillo tuvo internacionalmente hasta bien entrado el siglo XX, su obra se mantiene en correspondencia directa con sus contemporáneos por el tinte político y la clara intención ideológica, característica de una época en la que la literatura latinoamericana se veía menospreciada por tradiciones de mayor peso histórico. Sub terra, considerada como la obra mayor del realismo social chileno, es también por más específica que parezca, una colección de cuentos que explora el encierro que el ser humano ha construido para sí mismo.