WELSH, IRVINE
Danny Skinner es una joven versión contemporánea del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Reparte su tiempo libre entre el fútbol, las mujeres, las borracheras monumentales y las grescas apocalípticas por un lado, y la lectura de Rimbaud, Verlaine y Schopenhauer por el otro. Y en su tiempo de asalariado, trabaja en Sanidad y Medio Ambiente y se dedica a inspeccionar restaurantes. Aunque también aquí la dualidad se repite, porque Danny Skinner oficialmente está interesado en la salubridad e higiene de los lugares donde cocinan los grandes chefs, y también los menos grandes, y en recibir algún que otro soborno, pero extraoficialmente pretende averiguar sus más turbios secretos de alcoba: el joven es hijo de madre soltera, una pionera del punk que jamás ha querido abrir la boca, y sospecha que su progenitor puede ser uno de estos divos contemporáneos, uno de los emperadores de esas cocinas que él visita con ojo avizor. Hasta que un día, en medio de este inestable equilibrio laboral y vital, aparece Brian Kibby, un perfecto buen chico un tanto friki, que jamás se emborracha, es aficionado a los trenes eléctricos de juguete, hace higiénicas excursiones a la montaña y asiste a las convenciones de Star Trek. Y Brian se pone a trabajar junto a Danny, que comienza a experimentar un odio inmediato y fulgurante por el recién llegado, tan instantáneo y ardiente como la admiración que Brian siente por él.
«Una novela cuyo combustible es la energía de los improperios, un fresco sutilmente matizado del Edimburgo contemporáneo, que en más de una ocasión se transforma en un caricaturesco cómic» (Alex Clark, The Observer).
«Un verdadero triunfo, sostenido por frases malévolas y una atmósfera sombría. Y por sus espléndidas escenas a lo Jekyll y Hyde, que logran que no podamos soltarlo hasta las últimas, sorprendentes páginas. Welsh le da un significado enteramente nuevo a las viejas frases "mi media naranja" y "mi otro yo"» (James Marcus, Los Angeles Times Book Review).
«Una combinación muy sabia y meditada de realismo en tres dimensiones y moderno terror gótico» (Matt Thorne, Literary Review).
«Con su acostumbrada fluidez y convicción, Welsh nos sumerge en las adicciones, el punk rock, la vida de la clase obrera escocesa, en actos sexuales repelentes, intrigantes o violentos, y en la violencia sin más. Y es especialmente bueno al evocar un mundo, el de Danny, visto a través de una resaca permanente. Su escritura vigorosa, atractiva, sardónica, no decae en ningún momento» (Tom Perrin, Times Literary Supplement).
«Un libro escandaloso, estimulante, malhablado. Welsh usa una vez más el habla popular para una comedia muy seria» (P. Parker, The Sunday Times).
«Welsh se apropia con notable inteligencia de El retrato de Dorian Gray, de Wilde, y le da a Brian el papel del cuadro en el desván. Y esta historia espléndida, combinada con el mito de Caín y Abel que subyace en la relación de los dos hombres, confiere a la narración una fuerza extraordinaria. Una novela apasionante, impregnada de un ingenio sarcástico, de un mordiente sentido del humor» (Howard Hilton, The Sydney Morning Herald).