Romance en tres patas, traducido por Pablo Chemor Nieto, es una formidable biografía de uno de los pianistas más emblemáticos de la historia: Glenn Gould, y del dúo dinámico que lo acompañó: su afinador, el casi ciego y sinestésico Vern Edquist, y su piano, el CD 318, al cual el canadiense dedicó una milimétrica y obsesiva búsqueda, no sin discutir con Edquist, por el sonido perfecto. Gould, un artista que renunció al formato de concierto y se dedicó a realizar grabaciones que se volvieron fundamentales, tuvo una relación fascinante con su piano. Detrás de un gran pianista hay un gran afinador, reza la frase. En el contexto histórico del siglo XX, se recorre la historia de la Steinway & Sons, que tuvo que fabricar féretros durante la Depresión. Este libro, polifónico en muchos sentidos, también es la biografía de un piano que congrega disciplinas y anécdotas; además, recorre la historia a través de ellas al tiempo que reflexiona sobre la tensión entre el artista y el medio, y abraza al fantasma del clavecín. La investigación de Katie Hafner es fantástica.