ANGEL, DANIEL
Tres historias fascinantes atraviesan esta novela: un soldado que huye de los blandos cojines de los salones de la capital para irse tras su ídolo político a luchar por las consignas liberales en contra de lahegemonía conservadora; el mismo hombre quien, en medio de los incendios del 9 de abril, dirige cartas a la esposa de su compadre, a quien rescató de una muerte segura hace medio siglo y con quien trata de sanar una vieja herida, y la de un escritor que tiene acceso a los diarios y las cartas de los anteriores, y quien descubre, en carne propia, a través del terror contemporáneo de grupos al margen de la ley que controlan un puerto sobre el Pacífico, que la guerra no es más que un instrumento de los líderes, de los políticos, de los mafiosos, que ante la incapacidad de zanjar diferencias a través del diálogo, arrojan a los más desvalidos e indefensos a la hecatombe, a la ruina de la confrontación armada.
Las reflexiones e indagaciones que hace el narrador sobre la móvil y difusa frontera entre verdad y ficción, entre mentira y realidad, enmarcan una maravillosa historia de este joven autor que demuestra su oficio y dominio del género de la novela, un género que en la literatura nacional parece vivir el mejor momento de toda su historia.