A finales del siglo cuarto (399 d. C.), el monje chino Fa Hsien emprendió uno de los viajes más asombrosos de que se tenga noticia. Partió de Chang-han y, en compañía de otros monjes, se dirigió a la India en busca de los libros de disciplina del budismo. Los monjes bordearon la región del Tibet, atravesaron el desierto y siguieron hacia el Oeste, hasta lo que hoy son Afganistán y Pakistán. Luego descendieron a la región norte de la India y sur del Himalaya. Allí visitaron los lugares donde mil años atrás había transcurrido la vida de Siddhartha Gautama, el Buda.