SALAS, MINOR E
A mis veinte años empecé un día a escribir los versos que acá se ofrecen (salvo unos pocos que son más recientes). Escribí por unos meses, unos años quizás. Y lo hice por simple desahogo. Hubo noches en que no hubiera llegado cuerdo hasta el amanecer, si no hubiera sido con la ayuda de estos versos. Mucho de lo que escribí simplemente se perdió. Para siempre. Hace un tiempo, hurgando entre papeles y libros viejos y polvorientos: signo inequívoco de los recuerdos, encontré estos poemas y estas breves historias.