Algunos pensadores del acontecimiento nos ofrecen la manera de entender las continuas crisis de nuestros sistemas económicos y políticos como un llamado a cambiar radicalmente de dirección; otros enfatizan la llegada de la contingencia y de lo aleatorio en la política bajo el signo de una nueva manera de gobernar. No obstante, hay quienes nos han alertado de que esta forma de entender la política como inmanente al flujo temporal es característico del liberalismo, entendido como la forma moderna de la gubernamentalidad, indicando que un cambio radical de situación podría representarse en la formación de alianzas imprevistas, de desviaciones impensadas, de sumarse a flujos o vórtices en apariencia menores o de poca consecuencia que, sin embargo, se revelan a partir del despliegue de su propia potencia. "Este volumen no pretende tomar partido en los diversos debates, y menos solucionarlos, pero tienen la pretensión de presentar una visión lo más panorámica posible de las filosofías del acontecimiento y de los debates contemporáneos en la esperanza de mostrar la riqueza de esta perspectiva y su aporte central al pensamiento político de hoy en día", apuntan los editores.