Picasso y Dora. Una memoria personal narra la peculiar relación que James Lord, el autor, tuvo con ambos personajes. Lord, joven gay de clase media americana, decide abordar a Picasso para lograr que le pinte un retrato. Los años pasan y, gracias a un encuentro casual, se empieza a tejer una relación sentimental entre Lord y Dora Maar, nada convencional, durante más de veinte años.