LÓPEZ MEJÍA, ALEJANDRO
Este libro se lee, se pedalea, se medita, se digiere asana tras asana. Con una voz narrativa cercana y desparpajada narra un viaje externo e interno en el cual el autor sale en busca de una hazaña y termina descubriendo que el sentido del viaje no es el destino sino el desplazamiento, así como el sentido de la vida no es otro que la vida misma. Tras su lectura provoca parar todo y salir a tomar la vida, pero no en sorbitos miserables sino en grandes bocanadas como quien ya ha descubierto que todo lo que tiene un principio, inevitablemente, se acabau0094.