JURADO, JAIME
Un cuento por continente a la vista y uno por los vestigios del sumergido. En cada uno de estos una mente joven emprende el camino. Desde Mongolia, una niña traza la estela para la tumba de Gengis Khan. A un niño antiguo le encargan recuperar el cocodrilo que a punta de sudor generó el Nilo. En plena ceremonia de genuflexión colonial, voces precolombinas hablan a través de un coro de chicos del Cumanday. Acompañado de un guía ancestral coetáneo, un quinceañero hace ver a su padre la necesidad de un viaje espiritual que recale en un trato sutil con las dimensiones del pasado. Del paso de los vikingos por el archipiélago de Madeira se descongela una pareja de hermanos siguiendo un rastro de hinojo. Como en la esfera de Escher o como en aquel sillón verde al final de los parques, con una luz de casa que aleja la idea de desolación antártica, con un faro vecino que hace su aporte al cuadro, dos chicas se encuentran un libro que las estaba esperando para terminar de escribirse. Puestos a hablar de lejanías, a este autor colombiano el mundo le queda cerca.