ZULETA LLERAS, IGNACIO
Para ninguno era una novedad la lucha juguetona, ni sus reglas, ni las consecuencias de vencer o ser vencido. El goce primitivo de ejercitar los músculos y medir la potencia, el roce de las pieles lubricadas con las gotas salobres del esfuerzo y los aromas acreacosando el instinto disfrazaban el ansia de romper el espejo.