SZYMANIK, MELINDA
Cuando un elefante se te instala en el pecho parece que no hay mucho que hacer: cuesta levantarse, moverse y hasta respirar. ¿Hay alguien o algo capaz de mover a un huésped pesado y remolón? Una historia que, con humor y corazón, habla de la tristeza en la forma de un pesado elefante