Una obra emblemática del teatro de los sesenta, Marat-Sade replantea los límites y contradicciones suscitados por ese acontecimiento inaugural de la violencia política de la modernidad: la Revolución Francesa. La Voz del Interior, de Córdoba En la que es considerada su mejor obra, el alemán Peter Weiss utiliza magistralmente el recurso dialéctico. Enfrenta dos caras: revolución o bien común contra individualismo o indiferencia por la cosa pública, en un diálogo ficticio entre Marat y Sade. Marat encarna la revolución y Sade el discurso individualista. El Litoral, de Santa Fe