EPICTETO
Para comer uvas o higos hay que dar tiempo a los árboles, dejar que el árbol florezca, que dé frutos y que maduren.»
Epicteto
Conocer lo que puedes controlar y lo que no, intentar llevar una vida plena, definir la persona que queremos ser... Cualquiera que se acerque a los textos recogidos en esta obra descubrirá que la contemplación del mundo implica un conocimiento activo los ejemplos de Epicteto están extraídos de la vida cotidiana y que contemplar es, en un sentido literal, ver. El ejercicio contemplativo lleva al conocimiento y éste a la serenidad de espíritu y, en última instancia, a la felicidad. Un auténtico manual de vida, un compendio de pequeñas enseñanzas sobre la búsqueda de la felicidad a través de la sensatez, la comunión con la naturaleza y la aceptación del devenir de las cosas.