A los personajes de estos relatos los persigue la violencia política, doméstica. Anhelan escapar a otros mundos, emprender una peregrinación. Echar raíces en tierras nuevas. Volver a nacer. O morir sin que nadie lo sepa. El dolor se narra desde la perspectiva de un niño que cruza varias fronteras para encontrar refugio. A través de una madre que no supera los maltratos del ayer. O al lado de dos viejos desterrados en un asilo. Hay mujeres que intentan romper las cadenas de su dependencia emocional y hombres que esperan el cumplimiento de una profecía. Unos y otros aparecen en cada ficción buscando una salida de emergencia.