FITZGERALD, FRANCIS SCOTT
El Curioso caso de Benjamin Button, recientemente llevado al cine con Brad Pitt y Cate Blanchett y con trece nominaciones a los oscar y otros seis relatos.
No es extraño que vuelva Scott Fitzgerald en estos tiempos de zozobra, tan similares a los que él supo contar mejor que nadie. Tampoco ha de extrañar que su inesperada fama se deba en buena medida a la versión cinematográfica de un relato como "El curioso caso de Benjamín Button", pues, bien mirado, narra la historia de una anomalía temporal que trastoca el orden lógico de las cosas. Hay algo de justicia poética en esta renovada popularidad.
Se dice que los cuentos de Fitzgerald, como su vida, están poblados de mujeres audaces, arribistas sin escrúpulos, filósofos impostados y hombres para los que la valía personal se mide en dólares o en la reputación de un apellido; jóvenes tristes que no paran de divertirse, de moverse de un bar o de un continente a otro sin librarse nunca de sí mismos, que aman con desconfianza. Personajes vagamente conscientes de que todo es vanidad, pero obcecadamente empeñados en quemar la vida... hasta que llega la resaca, la ruina, la soledad. Pero hay algo más. El lector de los siete relatos de esta antología encontrará, aparte de genio literario y acida crónica social, historias llenas de la inmediatez y el palpito de la vida vivida a fondo, una ironía benevolente que contrarresta el fondo de amargura, y una lucidez a prueba de engaños y desengaños. Escritas entre 1920 y 1931 -del espejismo de los locos años veinte a la resaca de la crisis del 29-, estas narraciones ofrecen un destilado de lo mejor de la obra de Scott Fitzgerald, desde clásicos como "El niño bien" a rarezas redescubiertas como "El curioso caso de Benjamín Button".