La trilogía de Los lugares sin nombre tiene un espacio fundamental en la obra de João Tordo y en la literatura portuguesa contemporánea. Originalmente publicada en Portugal como tres volúmenes independientes, ha obtenido una gran acogida por parte de la crítica, constituyendo un giro en la propia voz narrativa del autor y confirmando una madurez y un talento extraordinarios dentro del panorama literario de la región. Al contrario de sus obras anteriores, en las que la resolución de un misterio solía ser el punto central de la narración, en este caso el autor se sumerge aún más en una geografía particular: la del alma humana, creando un clima introspectivo y escenarios intimistas que le permiten desarrollar temas tan universales como privados, como la tristeza o la pérdida. João Tordo, en esta trilogía, ha logrado crear un universo propio y verosímil, con una sonoridad que se propaga a lo largo de un tríptico de diversas voces sobre una misma inquietud o angustia: el miedo arraigado en todo ser humano a la soledad, a la pérdida y al sufrimiento