El libro se divide en dos partes: la primera recoge composiciones que rememoran a sus seres queridos ya muertos, con el dolor de no tenerlos a su lado y la esperanza de reencontrarlos en el más allá. La segunda contiene poemas de tema variados, recurrentes en su escritura, como la torre de marfil, los diccionarios, los ámbitos míticos, encomios a artistas amigos, etc. Pero ambas están unidas por un mismo tono y esa concepción de los opuestos, tan suya, capaz de congregar en un solo poema espacios y tiempos distantes.