VILLALONGA, LLORENÇ
En Las Comadrejas, los recuerdos de la infancia del protagonista chocan con la realidad que se encuentra cuando regresa a Bearn tras estar diez años fuera de la isla. Todo ha cambiado:un buen contingente de inglesas ricas se ha instalado en los hoteles de lujo que han surgido por todas partes.
Sin embargo, las temidas Comadrejas, aquellas dos ancianas que tanto miedo le daban cuando él era un niño, siguen ahí, como si el mundo atávico, de brujas y de mitos, pudiera aún convivir durante un tiempo con las motos y los transistores.
«En Bearn pasé los mejores años de la infancia. Sabemos que la Humanidad es desventurada, que la Historia es una retahíla de crímenes, y que Pascal nos considera abandonados en una isla desierta, sin objetivo ni norte
Todo esto puede ser verdad, pero en mi recuerdo Bearn sigue siendo una Arcadia.