Es eso: González Santos lleva una bitácora de su viaje que no solo cuenta lo que ha visto para recordarnos lo extraño que es estar pasando por la tierra, «Con cada movimiento el árbol se sacude, se acomoda / encuentra un nuevo espacio», sino que además retrata los recuerdos de su propia vida como resguardándolos de todo lo que sobra y todo lo que ensombrece. A veces parece que estuviera tomando notas de sus sueños o apuntes de sus experimentos científicos. A veces parece que simplemente estuviera quieta, con los ojos cerrados, extraviándose dentro de sí misma. Sin falta da uno las gracias, pues sin falta está diciendo la verdad.
-Ricardo Silva Romero