La guerra de Independencia de Nueva España fue consecuencia de dos movimientos antagónicos: la reacción tradicionalista contra las innovaciones liberales de la península, por un lado, y la manifestación de la conmoción universal provocada por la Ilustración y la Revolución francesa, por el otro. Consciente de que cualquier interpretación unívoca sería reduccionista, Luis Villoro explica la revolución de Independencia a partir de las ideologías divergentes que la componen.