Rebosante de un fuerte lirismo, la mujer habitada mantiene en vilo al lector hasta el final.
La mujer habitada sumerge al lector en un mundo mágico y ferozmente vital, en el que la mujer, victima tradicional de la dominación masculina, se rebela contra la secular inercia y participa de forma activa en acontecimientos que transforman la realidad. Partiendo de la dramática historia de Itzá, que por amor a Yarince muere luchado contra los invasores españoles, el relato nos conduce hasta Lavinia, quien conoce a Felipe. La intensa pasión que surge entre ambos es el estímulo que la lleva a comprometerse en la lucha de liberación contra la dictadura de Somoza.