MANENT, PIERRE
Si la doctrina de los derechos humanos se ha convertido en la única referencia legítima para ordenar el mundo humano y guiar la vida social e individual, la ley natural -observa el autor- "se caracteriza por haber sido desacreditada de manera radical por la filosofía moderna y por ser hoy objeto de desprecio unánime por parte de la opinión ilustrada", de manera que ha quedado excluida del debate público por su presunto arcaísmo y porque constituiría un obstáculo para el reconocimiento y la puesta en práctica de los derechos humanos. Expulsada al pasado o confinada a una tradición única y singular, aunque venerable, hoy está ausente de los debates morales y políticos en los que en otros tiempos tuvo un papel central. La ley ya no ordena, ya no dirige, ya no orienta: autoriza; ya no protege la vida de las instituciones -ya sea la nación, la familia, la universidad-, sino que otorga a todos los individuos un permiso incondicional para acceder a ella.
En este libro, Pierre Manent analiza el lugar que ocupa hoy la noción de ley natural, su constante desplazamiento por la concepción moderna de los derechos humanos y cómo esta perspectiva entrega los elementos constitutivos de la vida humana a una crítica arbitraria e ilimitada, que priva a la vida individual y social de todos los criterios de evaluación.