Sabes eso de que te ronden la cabeza las notas de una pieza, y luego, cuando te pones a cantarla, la canción es totalmente distinta de la que te obsesionaba? ¿O cuando tienes muy presente la esquina de una calle pero no sabes dónde queda? Para darle un nombre a estos fragmentos uso una palabra que es de mi madre: Frantumaglia. Son cachos y pedazos que vienen de no se sabe dónde y hacen ruido, incluso molestan...» comentaba Ferrante con su editora, Sandra Ozzola en la primavera del 2015.
«Frantumaglia» son los pedazos que amueblan el laboratorio de Elena Ferrante desde que empezó a escribir, a principios de los años 90, hasta hoy, cuando la crítica y el público aclaman esta figura como un clásico contemporáneo. Leer este libro es como abrir los cajones de su mesa y fijar la mirada en el cómo y por qué Ferrante escribió primero las tres novelas de Crónicas del desamor y luego la espléndida saga «Dos amigas».
El texto se compone de cartas a sus editores, entrevistas y diálogos apasionados con lectores privilegiados, que han llegado hasta el fondo de la escritura de Ferrante y han entendido su «anchura». Aparecen también la infancia, las ciudades queridas por Elena, su almacén de recuerdos..., en suma, todo lo necesario para conformar el retrato de un gran autor.