La generalización de las nuevas formas de comunicación global ha supuesto que la ciencia que antes era actividad apasionada de unos pocos elegidos haya pasado a ser un abarrotado universo de profesionales con pocas ideas y sin valores éticos en común. Basado en la experiencia personal, esta obra se detiene y llama la atención sobre lo que representa hoy una encrucijada decisiva para la ciencia.