KLINGENBERG, MALIN
¿Cómo crecer, afrontar los cambios, hacer nuevos amigos y
domar un alce? La chica alce es una novela sobre la amistad, el paso a la adolescencia y el descubrimiento de lo que realmente importa cuando un animal salvaje se cruza en nuestro camino.
Johanna acaba de cumplir trece años y lo que más le gusta en el mundo es leer, las sesiones de cine con sus padres y escaparse al bosque con Sandra, su mejor amiga. Pero, cuando empieza el instituto, las cosas no son como esperaba: de repente, Sandra se muere por formar parte del grupo de las guais, que solo piensan en chicos, en ropa y en salir de fiesta, y ya no quiere saber nada de ella.
Al menos, le queda su cabaña en el bosque, su refugio perfecto. Allí, rodeada de criaturas salvajes, siempre se siente acompañada. Comenzando por la pareja de alces que se acerca al lago todos los atardeceres para beber agua y atiborrarse de
¡palomitas!
Defensores de los animales, cazadores de alces y un chico misterioso se convertirán en los protagonistas de la que será la aventura más increíble de su vida. Porque, claro, cuando creces, las cosas cambian, pero tal vez descubras que lo hacen para mejor.
«En La chica alce, la vida cotidiana de los adolescentes, sus compromisos sociales y preocupaciones se entremezclan con el amor y el humor. Además, los bellos y conmovedores encuentros de Johanna con los alces transmiten una maravillosa afinidad con la naturaleza». Mikaela Wickström, Hem och Skola
«La chica alce captura a la perfección el que sigue siendo un momento doloroso en el crecimiento de muchas niñas: ¿cómo dejar atrás el mundo infantil de los juegos y aprender a relacionarse con los intereses habituales de las adolescentes, en este caso: la apariencia y los chicos? Johanna responde negándose a cambiar. [
] No es la primera adolescente de la literatura juvenil en hacerlo. Pero lo interesante es que no se la castiga por ello. Johanna es feliz consigo misma: despeinada, con su ropa pasada de moda y sus aficiones propias. [
] El resultado es brillante». Maria Lassén-Seger, Hufvudstadsbladet
«Enamorarse de un chico mientras montas un alce en medio del bosque puede parecer algo absurdo. Sin embargo, con su lenguaje elegante y lleno de humor, Klingenberg construye una novela juvenil diferente que hace que lo absurdo parezca normal». Rosanna Fellman, Ny Tid
«La chica alce sitúa al lector en un escenario bien conocido y, para muchos, fuente de ansiedad: el patio del instituto. Allí encontramos a diferentes grupos de adolescentes que luchan por llamar la atención. Se trata de pertenecer, de estar dentro o fuera. [
] Una historia delicada que puede adaptarse a varias edades». Petra Johansson Pirholt, Nya Åland