Irene es una historia de amor. Sus personajes deambulan por los espacios ilimitados de la ciudad y por los laberintos de sus pasados angustiantes. Es un libro sobre la soledad del hombre de hoy; una novela que debate la vida incomunicada de inquilinos de edificios y avenidas, que recrea y testifica el poder de una imagen evocada desde la inconsciencia: el espejo de la cotidianidad que carcome junto a la monotonía. La arañas, ese símbolo freudiano erótico y maternal, acorrala, como la represión ejercida por la violencia física, a Octavio Sarria, perseguido por sus recuerdos de infancia y por su incapacidad para amar.