BLOCH, ERNST
Prólogo, por José Jiménez.
Huellas.
Demasiado poco.
Situación. Destino.
Existencia.
Cosas.
El ser humano con sus actos va dejando huellas que no siempre quedan suficientemente marcadas. Las crónicas orales, la literatura impresa y, de un modo más incidental, las artes plásticas, tienen por efecto fijar esas huellas en la medida de lo posible.
Bloch se sirve en la presente obra de muchos testimonios de esas huellas para darnos a entender que en él, lo pasado, si fue reseñado y reseñable es porque llevaba latente el futuro. El material elegido por el autor procede de fuentes diversas: anécdotas de su biografía, momentos de la vida cotidiana, reportajes de prensa, escenas folletinescas (especialmente de Hedwig Courth-Mahler), fragmentos de historias que fueron especiales en su infancia (Las mil y una noches, como Simbad el marino), etc. Este libro sigue las claves propias de la literatura jasídica (o rabínica del judaísmo askenazin), en la que el mensaje de tipo parabólico siempre contiene un elemento hermético e irreductible que es el más importante.