TORRES DEL RIO, CESAR
En Colombia han sido pocos los trabajos teóricos sobre Historia. El acontecimiento, el tiempo y la verdad hay que deducirlos de los numerosos textos históricos e historiográficos. La discusión académica ha sido ya centenaria acerca de si el historiador puede o no, debe o no, producir juicios de valor ante los hechos que contempla o en los que está involucrado; una vez emitidos tales juicios la polémica se amplía a si su oficio corresponde al del juez. Y una vez ascendido el nivel de las argumentaciones, la verdad es enjuiciada; para unos es posible alcanzarla, producirla, para otros es, simplemente, imposible, como los posmodernos (?).
La idea de progreso, tan cara a la modernidad occidental y a sus Estados e ideólogos, sustentada en una concepción cuantitativa lineal del tiempo, vacía y determinista a la vez, y teleológicamente racional, ilustrada, reifica la cuestión social y la transforma en el éxito del individuo en el eterno presente, que ni es eterno ni es natural pues no es el punto diario que va extendiendo la recta. Más que tal idea, es la catástrofe cotidiana la que caracteriza el acontecer contemporáneo.