Esta obra ofrece un análisis del sistema monetario internacional y de las reformas que es necesario emprender para que cumpla el papel activo en el siglo XXI. Parte del diagnóstico según el cual no existe un sistema coherente, sino un ordenamiento ad hoc: el "no sistema" (término de viejas raíces) que emergió a principios de los años setenta de entre los escombros que dejó el derrumbe del edificio erigido en Bretton Woods.