WASSERMANN, JAKOB
"Nada de lo que ha sido puede volver a ser" J. W. En los convulsos días de la Revolución Rusa, la aristócrata María von Krüdener, acompañada de sus cuatro hijos, sirvientas y un abultado equipaje, huye de su hacienda en Tula, al sur de Moscú, para reunirse con su marido. Instalada en un hotel de Kislawodks en el Cáucaso, ahora convertido en una especie de "isla de náufragos", se encuentra rodeada de gente en su misma situación: príncipes, chambelanes, especuladores, y pequeño-burgueses. Conscientes del angustioso destino que les espera, viven sus últimos días de libertad entre fiestas y bailes como si en este breve respiro quisieran despedirse de su mundo perdido. La continuación del viaje en tren hacia una ciudad del mar Negro, hacinados docenas de fugitivos en un vagón de ganado, irrespirable y maloliente, durante tres días, es una imagen que se presenta al lector, según señala Miriam Dauster en el prólogo, como una premonición de Wassermann, que era judío-alemán, de lo que serían años después los trenes de la muerte en la Alemania nazi. El encuentro de María, seductora e inteligente, con Golowin, un marinero revolucionario, experimenta...