La humanidad entera participa en procesos múltiples e interconectados. Cualquier empeño por descomponer en partes esa totalidad, sin rearmarla luego, falsea la realidad. A partir de esta tesis, Eric R. Wolf reconsidera las formas tradicionales de estudiar la historia y plantea que en el proceso de evolución mundial actúan conjuntamente los pueblos occidentales y no occidentales. No se conforma con mostrar la historia de las grandes élites victorianas; también pone al descubierto a la gente sin historia, es decir, a las minorías acosadas y primitivas de campesinos, trabajadores e inmigrantes. Más que víctimas o testigos silenciosos, son para el autor agentes activos de la historia mundial forjada entre los siglos XV y XX. Originalmente publicada en 1968, y actualizada en 1997, la obra sigue contribuyendo a desvanecer las líneas que han separado la historia europea de la no europea. Al mismo tiempo, el autor cruza los linderos entre disciplinas y postula a la historia analítica como un complemento de la antropología. De este modo contrarresta los métodos excesivamente técnicos con una auténtica investigación de las causas de los actos humanos. Una mejor comprensión del mundo moderno es posible, afirma Wolf, y solamente buscando en el pasado entenderemos por qué el presente llegó a ser como es.