Se trata de la primera traducción española de los veinticinco Esbozos que Dickens dedicó al Londres de los aprendices y oficinistas, de los juzgados y los periódicos, de las crónicas parlamentarias y las cenas benéficas, de los teatros y los jardines públicos, de las licorerías y los nuevos ómnibus... En ellos descubrimos a un ingenioso narrador que divertirá y emocionará al lector con su ironía y sentimiento.