Un relato sobre la relación personal y literaria entre una traductora, la obra de Nikos Kazantzakis y la lengua griega.
Pro´logo de Mónica Lavín.
¿Cuál es el proceso de creación de un traductor? ¿Cómo se adentra en el cruce de lenguas? En este ensayo mitad bitácora de trabajo, mitad diario de viaje, Selma Ancira documenta y reflexiona su oficio mientras traduce del griego al español la novela más conocida de Nikos Kazantzakis: Zorba el griego. Para poder traducir el texto, emprende un viaje tras los pasos de su autor: explora los paisajes de Creta, busca los vestigios de los escenarios de la novela y conversa con los locales para encontrar palabras y significados.
«Porque traducir un libro es experimentar una especie de metamorfosis. Es convertirte en el autor, seguir sus huellas, andar sus pasos, leer los libros que él leía, descubrir a sus autores predilectos y dejarte o no cautivar por ellos; es adentrarte en el resto de su obra para situar, en el conjunto, el libro que traduces; es conocer sus diarios y sus cartas, rastrear sus traducciones, cuando las hay, y enterarte de su manera de entender este oficio, saber qué consideraba prioritario y qué superfluo; es conocer sus debilidades como ser humano y también sus fortalezas
Traducir un libro es transportarte al siglo y al entorno del argumento traducido, es recrear, en tu momento y tus circunstancias, un mundo muchas veces desaparecido.» Selma Ancira