RODRIGUEZ, ANTONIO ORLANDO
Después de vivir en la ciudad y con el corazón roto por los desengaños amorosos, el Señor Luciérnaga regresa al campo. Sin embargo, allí tampoco encuentra el amor: la lejana estrella lo ignora, la luz de la lámpara de aceite del campesino está muy entretenida con las mosquitas que revolotean a su alrededor; parece que siempre deposita sus sentimientos en los seres equivocados. ¿Dónde podrá encontrar el amor verdadero, para tener una vida feliz? El amor lo está esperando tan cerca, que ni siquiera se ha dado cuenta de ello.